PÚBLICO SUBTITULADO consiste de un espacio vacio en donde los visitantes son detectados por sistemas de vigilancia computarizados. Al entrar, los sistemas generan una serie de subtítulos que son proyectados: miles de verbos conjugados en tercera persona aparecen sobre los asistentes. La única forma de deshacerse de una palabra es tocando a otra persona, en cuyo caso se intercambian las palabras. "Público Subtitulado" invade el espacio neutral y personal de contemplación que supuestamente existe en los museos, visualizando el carácter violento y asimétrico de la observación. La pieza intenta también subrayar la arbitrariedad y peligrosidad de los sistemas de detección de sospechosos y de clasificación automática de rasgos étnicos que ya se pueden encontrar en espacios públicos y privados. Por último, la instalación ironiza sobre la era de la personalización tecnológica, literalmente marcando a todos los espectadores y convirtiéndolos en "individuos temáticos". Con el apoyo de Conroy Badger, Will Bauer, Ana Parga, Maria Parga, Tara DeSimone y Matthew Marino. Producido por la Fundación BBVA-Bancomer en la ciudad de México.
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